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Dice la leyenda…
Hace mucho tiempo, en un bosque encantado, un elfo orfebre creó un anillo para celebrar la primera flor de la primavera. El anillo de latón bañado en plata, con sus delicadas flores caladas, era un tributo a la naturaleza y a la magia que hacía florecer. El interior con su textura rugosa, representaba las raíces de los árboles y la tierra que nutría toda la vida. El orfebre regaló el anillo a un viajero que partía en gran aventura. Le dijo que, siempre que se sintiera perdido, mirara el anillo y recordara la fuerza de la tierra bajo sus pies y la belleza que lo rodeaba. El anillo se convirtió en su amuleto, un recordatorio constante de su hogar y de la promesa de que, no importaba cuán lejos viajara, la naturaleza y la belleza de la vida siempre estarían con él.
Latón
Baño de Plata y oxido.